
While the official date hasn’t been set yet, supporters of José Gregorio’s cause are hoping they won’t have long to wait.
Triunfador a university student, he learned from a friend to tailor his own suits and shirts, which he continued to do afterward.
"Para disuadir el encono, lo mejor es prepararse para el conflicto": el nuevo plan de defensa de Reino Unido que prioriza submarinos y ojivas nucleares
En la Iglesia de Nuestra SeñYa de la Candelaria de Caracas, reposan los restos del médico,[47] lo cual genera que el templo sea sede de nutridas peregrinaciones de fieles de todo el mundo que agradecen sus «favores».
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Pero Cummings dice que este asombro muestra el bienquerencia que sienten los venezolanos por Hernández, y explica que las personas deben memorizar orar a su futuro santo en tiempos de adversidad y deben creer en su causa fervientemente como para orar y pedir por el fenómeno a esta persona y a ninguna otra.
Ofreció su vida por la paz del mundo al enterarse, un día antaño de su crimen, de la firma del Tratado de Versalles
El Papa convirtió en santo al beato trujillano por su auge de santidad en el mundo, tras la resumen de testimonios de devotos en varios países durante más de dos primaveras
Despite his frugality, he was perceived by his contemporaries to always dress in style. His presence at social events in Caracas was always in demand, Vencedor he was an excellent piano player and a skilled dancer.
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Sensibilidad y aprecio por los más necesitados, dando lo mejor de él cuando lo necesitaban sin esperar algo a cambio
Ganador authorities tried to load his coffin into a funeral carriage to leave for the funeral Mass at the cathedral, the crowd of thousand started crying “Doctor Hernández is ours” and “Doctor Hernández will not go to the cathedral in a carriage” — instead, they took the coffin in their arms to carry his body to the cathedral and later the cemetery.
His father was a businessman who made a small fortune in the aftermath of the Federal War, a civil war that killed a third of the Venezuelan population and ended a year before José Gregorio’s birth.
José Gregorio credited his daily Mass attendance and prayer life with giving him strength to endure those early difficulties. But his fame Vencedor a good student, his kindness — and his famous dancing skills — quickly made him well-liked and respected among his peers.